No es una fecha descrita por Nostradamus. Ese día hablé con mi tía Consuelo, celadora en una residencia de ancianos: Estoy bien. Eso ya se sabe, antes o después lo cogeremos. Van cuatro. Tenemos a 20 aislados. Aún no me lo creo. Esta mañana uno muy mayorcico preguntaba por su amigo de dominó; ¿Está también ahí encerráo? Y siguen mirando más por sus familias que por sí mismos. Nos lavamos mucho. Tu tío me trajo dos mascarillas de ésas de sulfatar los almendros. ¿Los guantes? -Se ríe- También los lavamos mucho, y con mucho cuidado, hasta que se rompen… Si los aíslan, me quedo dentro. Ya lo hablé con tu tío. Tus primos cada uno en su sitio… bien todo (…) ¿Y allí, tu nena? ¿Cómo está? ¿Y mi hermana? Por Dios, que se cuide el asma…